Hoy, Pep Pelfort del Centre d'EStudis Gastronòmics Menorcanos cuenta su percepción al visitar las Salinas de la Concepción y la Sal de Menorca.

Desde el primer momento en que me explicaron el proyecto hace años, parecía una utopía. Sin embargo, es una de esas pocas utopías que he visto hechas realidad.

Este proyecto no solo representa una recuperación histórica de un enclave que marcó la historia de Menorca; también el hecho de que hubiera sal era imprescindible para todos los ocupantes que vinieron en la isla, sino que también demuestra algo crucial: la capacidad de la mano del hombre para mejorar el medio ambiente.

Es impresionante ver cómo esta infraestructura beneficia a las aves y, en última instancia, contribuye a un entorno más saludable.

Además, el resultado final, la sal obtenida, es un ingrediente único e indispensable en nuestra cocina.

Esta sal, producida de manera completamente natural, es totalmente diferente de la sal industrial. No contiene productos químicos apelmazantes ni compuestos tóxicos, potenciando significativamente el sabor de los alimentos con un porcentaje menor de cloruro sódico.

Es un pequeño porcentaje con un gran impacto, haciéndola más saludable.

Pep Pelfort, Centre d'Estudis Gastronòmics Menorca. Twitter: @CEGMenorca - @PepPelfortSola